Powered By Blogger

miércoles, 4 de mayo de 2011

Poema a Joseph Conrad

El corazón de las tinieblas
¿Quién fue su autor?
Joseph Conrad, un gran escritor.
Pasó su infancia con su padre en Rusia,
De quien por cierto adquirió su astucia.

Se fue a Marsella y se adueñó del mar,
Como marinero navegó sin cesar.
Y en algunos viajes hacia las indias,
Entre otros lugares que marcan su vida,
Decide entregarse a la literatura
E impactar al mundo con su escritura,
Que se basa, por cierto, en sus aventuras.

Joseph Conrad nació en Berdiczen
Y de él escribo porque se dice
Que entre los grandes de la mar
Él sí que escribe.

Ensayo, Entre dos silencios

En primer lugar, para hablar de valores he de recordar un frase que mi propio subconsciente formuló y sembró en mi mente: “Los valores son la armas que el hombre tiene para luchar en esta guerra que llamamos el día adía”. Del mismo modo, así como las bombas y ametralladoras atacan a tu enemigo, con altura, los valores bombardean a aquellos con quienes te mezclas diariamente. Siendo así, se destacan la solidaridad, el amor y la justicia en el área ofensiva, y por otro lado la paciencia en el área de la defensa. He decidido inquirir entonces sobre la paciencia, el escudo más factible contra las posibles malas decisiones.
Se define como paciencia a la virtud que consiste en sufrir sin perturbación del ánimo los infortunios y trabajos. También es espera y sosiego en las cosas que se desean mucho, conformidad, flema, resignación (según el diccionario enciclopédico de la lengua española Larousse). VIRDTUD, palabra clave, siempre hemos escuchado decir “la paciencia es una virtud”, y puedo decir con seguridad  que es así verdadera e indiscutiblemente. Y es que esta atribuye valor a todo individuo que cada vez que sea necesario, la lleve cabo. Porque no hay cosa que requiera más esfuerzo que la paciencia, abstenernos de hacer algo porque sabemos que no es lo correcto o que no es el tiempo oportuno.
Por ejemplo, tenemos el caso de Jorge Núñez, el protagonista del cuento El incendio del libro Entre dos silencios de Hilma Contreras, quien mostró harta paciencia hasta el final. Desde el comienzo Emilia mostró severo interés en Jorge, y sin tapujos le dio a entender sus deseos aún estando casada con Rodolfo, un completo pusilánime. Jorge Núñez gustaba de aquella mujer casada, la veía como una diosa y no entendía cómo estaba con aquel su esposo que tenía imagen de aborto criado. Más aún así, fue paciente, mostró su fortaleza ante aquella tentación que lo azotaba fuertemente y lo acedía noche y día durante el período que duró el incendio. Resistió, aguantó las insinuaciones acechantes de la mujer del halo demoníaco, porque sabía que si cedía, estaría faltando a la moral y principios que en todo el cuento muestra que tenía; y no solo esto, también consecuencias graves pudieron haber ocurrido si perdía la paciencia y tomaba entonces malas decisiones.
Pensemos entonces, qué habría pasado si Jorge se impacientara, porque aquella mujer lo acosaba, y aunque a él le gustaba, su persecución lo hartaba pues este no estaba dispuesto a caer en la tentación. Tal vez le habría faltado al respeto, insultándola; quizás la habría golpeado, o peor aún, hubiera caído en la lascivia, el deseo de la carne, y se hubiera entregado a aquella tentación en la que perjudicaba a un esposo inocente y a su propia ética de hombre juicioso. Pero no, fue paciente, mostró ser un  hombre lleno de virtudes, pues gozaba de aquel tesoro que pocos tienes y todos piden, paciencia. Y lo más irónico es que tal vez haya sido ese uno de los factores que llamaba la atención de Emilia, ese carácter imperturbable colmado de conformidad y sosiego que lo hacía negársele a semejante bandeja de plata.
Finalmente, para probar aún más que la paciencia sí es una virtud, analicemos aquellos casos del mismo libro en los que la paciencia fue un elemento regulador de acontecimientos. Ejemplo, en La cabellera, si Luciano no habría sido paciente con todo el asunto de las insinuaciones de natividad y el calor de aquello…es probable que le hubiera sido infiel a su esposa. En “el hombre que murió frente al mar”, Nico pudo evitar matar a su esposa, más no fue paciente ni dejó que ella se explicara, al contrario, se enloqueció. También actúa la paciencia en “Ahora seremos felices”, cuando Vicente aún sabiendo a su esposa enredada con aquel hombre, se mordió los labios y esperó por lo que al final pudo gozar del fruto de esa virtud que poseía. Así mismo encontramos otros casos en el que la paciencia nos ayuda a defendernos de esta guerra de cada día, por eso considero esta como el escudo más factible contra las posibles malas decisiones.




martes, 3 de mayo de 2011

ensayo Gaspar Ruiz

En primer lugar, y sin querer aburrirles, se hace necesario recordar que las locuras, la gran mayoría, se llevan a cabo por un fuerte sentimiento impulsor de las mismas. No nacen de la nada, no surgen porque sí; se puede decir que hay un factor originario, que como ya dije, suele ser un sentimiento. Ese sentimiento, para llevarnos a hacer locuras, debe ser lo bastante fuerte, algo casi frustrante, tanto que pueda hacernos actuar contrario a nuestra naturaleza. De tal modo, que si nos descuidamos, logra incluso hasta a convertir aquellas virtudes que hacen a un hombre digno de admiración, en su mayor e irremediable defecto. ¿Y qué mejor fotografía para entender la razón de ser de todo esto que Gaspar Ruiz, ejemplo perfecto de que el amor embrutece?

El amor es un sentimiento de afecto que el hombre experimenta hacia otra persona o cosa personificada como la humanidad, la virtud, la virtud, la patria, etc., por el que desea su felicidad y anhela su presencia (según diccionario escolar ilustrado Norma).
En el contexto fisiológico, según www.wikipedia.com, el amor es una virtud que representa toda la bondad, compasión y afecto del ser humano. Así pues, basándonos en esto, podemos entender la actitud de Gaspar Ruiz, quien impulsado por el amor intenso que sentía por Herminia en la obra, buscó a toda costa la felicidad de ella. Y todo aquello facilitado gracias al uso  de una fuerza sobrenatural que caracteriza a nuestro personaje desde  el inicio del relato. Fuerza que fue usada  sin medida; fuerza que fue usada en “bruto”, ningún tipo de razonamiento, pues la única razón que nuestro fortachón apoyaba era la felicidad de Herminia.

Así pues, a causa de ese amor, Gaspar, quien de por sí no tenía aparentemente más atributo que su voluptuoso cuerpo y fuerza, acaba por convertirse en una máquina.
Me refiero con esto a que dejó de vivir, de pensar en su bien, en lo que a él pudiere hacerle daño; más bien se acabó de fijar como un bruto fortachón que solo actuaba conforme a lo que su fuerza pudiere conseguirle, en este caso, casi todo. Porque fue por amor que se dio el acontecimiento que le dio un giro drástico a la historia; salvar a Herminia y de paso gral. Robles y a Santierra. De este modo, ganó puntos con su amada Herminia y puso los favores del general a su merced, quien le quedó  sumamente agradecido luego de tal hazaña. De ahí en adelante, la historia se pone a favor de Gaspar, dándole facilidad de tomar posiciones altas del ejército que le permitieron ejecutar acciones agradables a la que más tarde se convirtió en su esposa.

Por otro lado, es cierto que su colosal fuerza lo habría ayudado en su vida, más no habría el aspirado y llegado  a tales rangos de no ser motivado por su esposa. Traicionar a su pueblo, aguantar toda clase de maltrato  físico –la mayoría provocados por él mismo- y cambiar su antes bondadoso corazón por un bloque de hielo.  Todo esto fue capaz de hacer ayudado por su fuerza y embrutecido por su amor, con el fin de gradar a su esposa, quien solo deseaba vengarse de aquellos que habían humillado a su familia. Y no solo esto, pues aún calificado como un alto militar, vestido de placas y respeto, pasó por encima a todo eso, prestándose para la acción más salvaje, que lo llevaría a la muerte. Lo grave es que no sólo Gaspar ha sido víctima de esta enfermedad, sino que también en la vida real, con nosotros como protagonistas, la gente se entrega a ese sentimiento, que visto lo que es capaz de hacer,  pone en tela de juicio sus características.

Ahora bien, cierto es que el amor es incluso más grande que la fe (1 corintios 13:13), y la fe mueve montañas ¿qué no hará entonces una persona enamorada? Es capaz alguien enamorado hasta de atentar contra su propia vida y contra la vida de quien se interponga, con tal de hacer feliz a su amado. Tanto que lo último que hizo el protagonista de esta novela, fue prestarse como pedestal de un cañón para poder derribar la muralla que lo separaba de Herminia. Por lo que finalmente, logra discernirse, sin la necesidad de razonar mucho, la presencia de la brutalidad, en las demostraciones de afecto. Es por eso, por cada acción desmesurada por apasionamiento excesivo que se presenta en esta novela, que considero Gaspar Ruiz, un vivo ejemplo de que el amor embrutece

jueves, 17 de febrero de 2011

El poema k mas me gusto.

Dicen que soy


Dicen que soy muchas cosas que ni al caso,
Más yo les digo que soy lo que quiero ser.
Ridículos, hipócritas, me saludan con afán
Pero cuando doy la espalda me quieren apuñalar
¿Qué dices que soy comparona e inaccesible?
Lo siento mi niña, es que tú ere muy predecible.
En cambio yo que imito a Jesucristo
Intento cada día mejorar en lo posible
Por eso voy pa’ lante y tu siempre vas pa’ atrás
Porque la carga de la envidia no te deja avanzar.
Cójelo easy e intenta cuando me vez no hacerte pi-pi
Porque lo que en realidad soy es con Cristo invencible

sábado, 11 de diciembre de 2010

La Guagua

                                                      
      En reversa; así irá siempre todo vehículo puesto consciente o inconscientemente en manos de un conductor incapaz. Cabe destacar, en primera instancia, que dicho problema afectaría en gran manera tanto al vehículo como a los que van en él, pues yendo este siempre hacia atrás, el destino resulta cada vez más lejano. Por otra parte, resulta peor aún, cuando los mismos pasajeros, concientes de lo que pasa, intentan tapar la falta con la algarabía del camino; es por eso que defino la guagua (de Juan Luís Guerra), un llamado a la conciencia de una nación.        
     Así pues, acomodando el ejemplo a la situación; asumimos que el vehículo- en este caso La Guagua- es el país que siempre va pa’tras y nunca pa’ lante. El chofer es el gobierno; pendiente en todo momento de sus propios asuntos; y que los pasajeros somos nosotros, el pueblo que solo piensa en los bonches e ignora muchas veces la fuerte situación. ¿Acaso no les está yendo lo suficientemente mal, es que no ven la gravedad del asunto? ¿O es que hay una especie de masoquismo social, gente dispuesta siempre a recibir azotes como si les diese placer?
    Cuestionamientos como este surgen a menudo cuando nos profundizamos en el retroceso de la nación y sus causas. Estando a la cabeza problemas como: El narcotráfico¹; la carencia de educación², a cuya causa se llevan a cabo incesantes protestas y movimientos. Delincuencia y corrupción³, aparentemente imparables. Pero la más preocupante de todas, la economía, cada vez más decadente y razón por la cual suceden los casos anteriores.
    Ahora bien, ¿suceden estos casos solo por culpa del gobierno? y es que cómo puede un país progresar cuando su pueblo no se capacita. Por otro lado, es bien cierto que cada año se gradúan gran número de profesionales y que por el reducido monopolio administrativo implantado por el gobierno, es imposible para estos llegar a ejercer. –Gobierno democrático…sí, como no-. Si el pueblo y su líder no van de la mano, La Guagua siempre irá hacia atrás.
     En resumidas cuentas y tomando la parte que me corresponde como civil; creo que de haber más hombres y mujeres conscientes como Juan Luís Guerra, todo sería distinto. Nos cuestionáramos pues, de la siguiente manera ¿Solo el gobierno tiene la culpa o está el pueblo errado en cuanto a todo? ¿Qué debemos hacer para enfrentarnos sin tener que aniquilarnos? Todo esto me propone pensar esta canción (la cual considero como un himno nacional), por eso con mucho amor, para ustedes de su servidora, La Guagua, un llamado a la consciencia de una nación.
                
             
1.wikipedia.com/figueroaagostoycasopaya.
2.listindiario.com.do/4%alaeducación.
3.Periódico hoy. Columna Ana Valdez, AMET Corrupto.
4.Monografías.com/situaciónactualderd

                            Angely Ricardo #34 4to A turismo.
                                                         

martes, 7 de diciembre de 2010

Dicen que soy


Dicen que soy muchas cosas que ni al caso,
Más yo les digo que soy lo que quiero ser.
Ridículos, hipócritas, me saludan con afán
Pero cuando doy la espalda me quieren apuñalar
¿Qué dices que soy comparona e inaccesible?
Lo siento mi niña, es que tú ere muy predecible.
En cambio yo que imito a Jesucristo
Intento cada día mejorar en lo posible
Por eso voy pa’ lante y tu siempre vas pa’ atrás
Porque la carga de la envidia no te deja avanzar.
Cójelo easy e intenta cuando me vez no hacerte pi-pi
Porque lo que en realidad soy es con Cristo invencible.


Como un...


Tal como soy, no me gusta compararme
Pero me identifico con un objeto punzante
Un gillette, tal vez, que de mirarme te cortas
Sin siquiera darte cuenta pusiste la mano y te mochas.